Retos para los directivos de las instituciones educativas 2024
2024 será un año difícil a la vez que de grandes expectativas en el sistema educativo. El país ha sido declarado en recesión y no sabemos cuánto tiempo durará salir de ella ni cómo afectará el presupuesto del sector Educación. Se suma que el Fenómeno del Niño y los impactos del cambio climático podrían tener diversas manifestaciones que afecten la marcha del sistema educativo en las diversas regiones del país. En tercer lugar, no debemos olvidar que los indicadores de eficiencia académica no se han recuperado plenamente, sobre todo los relativos a los aprendizajes. En cuarto lugar, el Sector ha venido siendo objeto de gran inestabilidad en cuanto a autoridades y a políticas, aspirándose que el siguiente año sea de mayor estabilidad. Finalmente, no podemos dejar de lado el avance tecnológico, que va a un ritmo infinitamente mayor a la transformación del sistema educativo.

Por el lado de las expectativas no hay que olvidar que las escuelas estuvieron cerradas durante dos años con las consecuencias no solo en términos de aprendizaje -que podrán afectar el futuro de las generaciones que ahora se sirven del sistema educativo-, sino también socioemocionales en estudiantes, docentes y familias. La percepción generalizada de los docentes es que los niveles de violencia, agresividad, depresión y otros han aumentado significativamente y que para enfrentarlos muchas veces carecen de capacitación las herramientas necesarias.
Retos principales para el 2024
En un contexto poco alentador, pero a la vez que desafiante, ¿qué rol debe jugar el personal directivo de las instituciones educativas? A no dudarlo, el principal es crear, con oportunidad, el clima propicio para que los procesos de enseñanza y aprendizaje se produzcan en las mejores condiciones. Ello supone conocer bien las características del entorno y de los actores de la comunidad educativa y acertar en las decisiones que se adoptan, las cuales deben tener en cuenta la cultura institucional, el proyecto educativo institucional y estar preferentemente basadas en evidencias.
Dado que la realidad y las condiciones de funcionamiento varían de una a otra institución educativa, el énfasis asignado a cada factor de calidad del servicio puede variar. Las mayores carencias o problemáticas de una escuela pueden influir en que preste más atención y prioridad a unos factores de calidad que a otros. No obstante, se ensaya de hacer una identificación de los principales aspectos que habría que tener en consideración para el año 2024. Entre ellos están los siguientes:
- Elaborar un plan curricular bien diseñado, simplificado, que facilite logro de competencias, el aprendizaje profundo y que se encuadre dentro de lo posible en la jornada y calendario escolar adoptado.
- Gestionar eficientemente los recursos convencionales y tecnológicos. Contar con políticas y objetivos claros de empleo de ambos tipos de recursos; cuidar porque los recursos seleccionados respondan al estilo de formación adoptado y el proyecto educativo institucional.
- Generar y aprovechar oportunidades de desarrollo profesional para docentes, administrativos y el equipo directivo. No únicamente las que brinden los organismos de la administración educativa; también las que ofrezcan otras instituciones públicas y privadas y la potencialidad de actualización que ofrecen las redes de internet.
- Asegurar un ambiente escolar seguro y positivo, libre de acoso y violencia. Dotar de herramientas a los docentes, para los casos de mayor gravedad buscar ayuda especializada y en la programación curricular tratar este tema buscand asociarlo a situaciones reales. Evitar que se produzcan situaciones que generen denuncias por agresión física, psicológica y sexual vayan en aumento como ha sucedido el 2023 comparado con el año precedente.
- Contar con canales de comunicación efectiva y de participación de padres y comunidad. De todos los actores de la comunidad educativa, asegurar que se comprometan y apoyen decididamente los objetivos y metas institucionales.
- Atender los procesos de inclusión y diversidad. En cuanto a inclusión, hay que procurar, coordinando con las Ugel y/o Direcciones Regionales, que los estudiantes que sean matriculados en las instituciones educativas sean posibles de ser atendidos adecuadamente; es decir, que existan los docentes calificados para esa tarea.
- Evaluar constantemente y monitorear el rendimiento individual y colectivo de estudiantes y docentes. Las tecnologías que usan recursos de neurociencia permiten a los docentes contar con información que hace posible personalizar la enseñanza, sacar mejor provecho al trabajo en grupo, identificar niveles de motivación y concentración de cada estudiante. Hay que aprovechar las que son gratuitas y están disponibles para la escuela pública.
- Propiciar un entorno de aprendizaje innovador. En especial, la innovación que se asocie a la mejora de los aprendizajes. Evitar aquellas propuestas de innovación que en lugar de mejorar los procesos terminan siendo más burocráticos.


